Cuento

Adentro esperaban ansiosos la última visita del día. En la puerta de entrada observaron a un señor regordete y de larga barba, quien pronto en voz alta pronunció: “¡Santos, Santitos, Santotes! ¡Por el amor de Dios que este sea el boleto ganador de la lotería!”
San Judas Tadeo de las causas perdidas, empezó a carcajearse sonoramente y dijo: “¡Te lo dije Santa Teresa!, ahora debes pagarme la apuesta, quien te manda a ver el canal de las misses, miss universo, miss mundo, miss galaxia y miss no sé qué más; hoy estas velas y estas flores atestiguan que la gente quiere dinero antes que paz mundial”.
Gracy
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